He vivido muchísimos años llena de miedos, actuaba frente a la gente, siempre con temor a expresar mis enojos, mi rabia. No me daba el lujo de encolerizarme.
Hacia el final de una charla, le propongo a Susana que "solamente si estuviera borracha le diría lo que verdaderamente me molestaba", me contestó, desafiante:
-Supongo que tampoco te vas a animar a actuar que estás ebria, ¿no?
Comencé entonces a despotricar en contra de ella, golpeando las palmas sobre el sillón de su sala, pataleando la alfombra, hasta que golpeando la pared con el respaldo del sillón fuí a dar un salto frente a ella y le grité apuntándola con el dedo índice.
¡¡¡¿Y vos quién cara.. te crees que sos?!!!
Ella no se inmutó (ni un poquito) cuando terminé de hablar (bueno, Gritar)
me dijo m..u..y despacito
¿Qué se siente decirle a Papá, decididamente, que no es TAN GRANDE?
(Mi padre siempre fué muy duro conmigo)
Se sonrió al final (porque estaba orgullosa de mí), me puse a llorar, me volví al sillón, me relajé, y admití: ¡Finalmente me animé, lo hice, POR FIN!
Te lo dije todo a vos y a mi viejo, y a todo el mundo. Fué la primera vez que me sentí una mujer grande y no una nenita atemorizada.
Venías semana tras semana dándome palos para que me anime a re encontrar mi fuerza, y casi te fajo!!! JAJA!!!!
Gracias, por ser impredecible!!!
Barbara.
Gracias Barbara por contar tu experiencia de transferencia. (Yo sé que no me hubieras golpeado)
Gracias por los mails y las adhesiones de todos y todas. No se olviden de promocionar su arte, propongan temas y también pueden pedir colaboraciones para ayudar, estamos esperando...
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