Jesús no nació el 25 de Diciembre

Los Testigos de Jehová comienzan su misión asegurando que Jesús no nació el 25 de Diciembre y que la fiesta de Navidad en realidad es una fiesta romana, del sol invictus.

En realidad, esta fecha fué fijada definitivamente por el papa Liberio en el 354, coincidiendo con las celebraciones del solsticio; En Egipto se recordaba el nacimiento del dios Horus, hijo de Isis, presentando en público un niño recién nacido; en Grecia se celebraba a Dionisio. En la mitología nórdica, también festejaba la llegada de un hijo de Dios, Frey, nacido de Odin. 

En Roma festejaban en el mismo período una especie de carnaval, las Saturnales, con banquetes juegos e intercambio de regalos. 

En el 274 el emperador Aureliano eligió el 25 de diciembre para consagrar un nuevo templo a sol invicto. 

Es lógico, pues, que el cristianismo colocase la fiesta de cumpleaños de Jesús en la misma fecha, superponiendo la fe, a los ritos paganos. 

Los primeros cristianos no festejaban la navidad, su principal celebración era la Pascua. 

Sin embargo, los fieles, deseaban saber la fecha de nacimiento de Jesús y ante la falta de documentos cada tradición opinó . Por ejemplo los ortodoxos que celebran la navidad el 6 de enero. 

El 25 de diciembre fué aceptándose hacia el siglo IV.

                                                            

San Lucas dice que la anunciación de la Virgen María fué en el sexto mes de gravidez de su prima Isabel (madre de Juan el Bautista) (Lucas 1.26), la concepción de Cristo sería, entonces, sobre el mes de abril, así que no sería tan descabellada la fecha de diciembre

En realidad, no importa en qué fecha nació el maestro Jesús sino que podamos utilizar la fecha asignada para reencontrarnos con su doctrina de amor. Utilizando el ritual de nuestra preferencia. Sin embargo, cuidado con olvidarse de Jesús el día de su cumpleaños. Porque a veces estamos tan ansiosos por comprar, comer, adornar. Que a Jesús no le damos importancia. Ni siquiera reflexionamos alguna de sus enseñanzas. 

Deberíamos tomar al menos una de ella y filosofar sobre su mensaje. 

                                                                      Susana Azar.