KALI



Al principio, no había nada. Vishnú, preservador de la bondad, creó a Brahma, éste creo el mundo y Vishnú lo preserva.

De los pétalos de la flor de loto de Vishnú, surgieron los diferentes elementos, animales y personas han florecido de su energía.

Shiva, es el destructor de la ilusión, como también favorecedor de la continuación de todo elemento.

Kali nació cuando Shiva miró dentro de si, fruto de su ira, es considerada su reflejo, la energía primordial. Kali tuvo que ser cruel para destruir a los demonios. Representa la Diosa madre hindú asociada con la destrucción, (por la identidad de Shiva). Destruye para mantener el mundo en orden. Representa la justicia violenta, representa el aspecto de la maldad, pero no de forma negativa. Es la fuerza con suficiente fiereza como para destruir el tiempo (para su posterior regeneración).

Kali es salvaje e irrefrenable, sólo Shiva es capaz de domesticarla; Es su consorte transformada, una parte de él, por eso es que puede emparejarse. Shiva apacigua a Kali desafiándola al baile silvestre deltandava y aventajarla ó, a aparecer como un bebé que llora (apelando a su maternidad).

Kali es, a menudo, representada bailando sobre el cuerpo de Shiva, pues éste apacigua, con su cuerpo, la danza temible de la Diosa, protegiendo a la tierra de ella.

 

Los hindúes caracterizan a sus Dioses según sus poderes.

Kali, casi siempre, tiene tres ojos que indica el poder que tiene sobre el pasado-presente-futuro, su control sobre el universo, sugieren su naturaleza interna perceptiva y simbolizan las fuerzas exaltadas del sol, la luna y el relámpago. (poderes de Shiva).

Su cabello es negro oscuro y enmarañado, aparece desnuda, porque representa el final a donde llega la mente (la desnudez). Es repulsiva y atractiva a la vez. Su piel suele ser gris, azulada o negra. Como los agujeros negros del universo que absorben todo lo creado y lo destruye.

Todos los demonios temen a Kali.

Tiene cuatro brazos, (forma de graficar sus cualidades); en una mano lleva la espada destructora de las dudas y la dualidad; en la otra la cabeza del demonio asura, que representa la ruptura del ego; con otra mano esboza un gesto místico para proteger a sus devotos y disipar todos sus temores y con la última realiza un gesto de concesión de deseos.

Kali lleva dos cadáveres como pendientes, un collar de cráneos que evoca las cincuenta letras del alfabeto sánscrito, los mantras que forman su naturaleza divina; una faja de manos y su larga lengua extendida que lo consume todo. Sus ojos son rojos, y su cara y pechos están cubiertos de sangre.

 En algunas representaciones se encuentra de pie sobre el muslo y pecho de Shiva, que se colocó debajo para apaciguarla.

 

Para pedir a Kali, uno debe aceptar su naturaleza destructora. Se debe aceptar la muerte, como parte de un orden.

Si temes morir y abandonar el mundo. No le sigas.

Si deseas destruir todos los demonios de tu mente y cerrar los ojos a la ilusión, pídele y te concederá