lunes, 30 de septiembre de 2013

Allí donde despiertan las almas -4 y 5


 

SIN AMOR

 

Frente a un muro de piedra, bancos en hileras, las sombras de las nubes dibujando multitud de tonos de gris en claro oscuro. Mirando unas grietas enmohecidas, una niña imaginaba formas y dioses. Una vez al día, la pared de piedra se volvía transparente, ella y toda aquella gente, podía experimentar aquel lugar, en donde las amas despiertan.

El día sin luz y el descanso sin ocaso, todo lo que uno imagina, sucede; el sol es la certeza de fundirse en el todo, depende del que juega, el quedarse bajo el calor dorado o seguir camino hacia la rueda.

Dhyana, la niña, podía sentarse frente a la muralla varias veces al día.

Una mujer adulta, Gauri, se acomodó a su lado, dibujó un círculo con sus manos repitiendo incansablemente una sola palabra, su cuerpo pareció extenderse para abrigar a la niña, mientras entornaba los ojos para ver también el otro mundo.

-¿Qué haces aquí Dhyana, querida?- musitó desde el mismo corazón de la niña.

-Contemplo.- Dijo la niña, mientras la pared se convertía en un hermoso día de lluvia, los relámpagos se quedaban anclados en el cielo descubriendo millones de estrellas centelleantes, de a ratos, la atmósfera se tornaba de rosa a colorada, de morada a profundamente negra. Las gotas pintaban bellamente el rostro de Dhyana, se volvía hermosa sin sonreír; el aire fresco ensanchaba su cuerpo y lo volvía fértil y generoso, también aparecían unos lindos ojos, para adorarla torrencialmente.

Gauri, eligió perderse el momento y cerró del todo los ojos. En el mundo de la niña sin amor, solo el dolor era protagonista. Pena profunda, recóndita soledad.

 

El tiempo se había terminado, la pared volvió a surgir. La dama pudo ver, a la niña dibujando su experiencia en un mantel de azul arabescos, hasta que el dedo, que era su lápiz, comenzó a inflamar. Un desierto era su cosmos, nadie sabía que ella existía, no había con quien hablar y con quien poder ser niña, tan pequeña era, con tan inmensas preocupaciones, si no existieran esos bancos de piedras, estaría ciega, sorda y muda. Tanto penaba Dhyana, por lo que se le había quitado un día, que añoraba olvidarse que lo había tenido.

En el mundo establecido para Dhyana, era la vergüenza un sentimiento acostumbrado, si no fuera por el bochorno, le hubiera gustado ser diferente. Valerse por sí misma también era un problema; cuando uno está rodeado de tantas manos que pueden dar ternura, es imposible acostumbrarse a la caricia de un golpe.

Dhyana perdió su existencia entre las miradas despiadadas y la indiferencia, aunque agudizó su mirada de las cosas, el salero de la mesa tenía doce agujeritos de la misma circunferencia, el aceite pegado al vidrio parecía cera de abejas, las voces de aquella familia, se alejaban entre los laberintos de arabescos, ¡Hasta parecían verdades los veredictos de locura!

 Los niños que jugaban en la vereda no compartían su mismo paso, aún aferrada a sus manos, ella se sentía a muchos kilómetros de distancia. Prefería parecer, estar cerca, se dibujaba una picara sonrisa; bufón era, actriz y cantante de una mojiganga de ella misma… como para poder reírse de algo.

-Nadie con quien hablar y contarle mi eterna pena, cansada de tratar de vivir mi niñez, frustrada por no crecer rápido, incapaz de poder imaginar el sentido que pudo haber tenido mi nacimiento, si así he de morir. ¿Solo por el hecho de existir, he venido? ¡Por eso visito el muro, porque aquí estoy sin amor!- dijo Dhyana, levantando la mejilla del mantel.-

-Algo mejor deberá sucederle.- Pensó la mujer.


                                                                                               Continuará- con el 6-

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Asado!!!



Alejandro haciendo el asado en plena lluvia y Jorge Mldonado haciendo el aguante!

Asado Advaita



Voy cumpliendo con las fotos comunidad!!
Jorge Maldonado hablando de Tantra -Mariela Lopez- yo (el burro por delante) y Silvina

Allí donde despiertan las almas -3-


Hasta la misma tierra vibraba bajo los pies del chiquillo, no supo qué hacer; todos sus movimientos, causaban alguna especie de dolor.

-Tal vez por ello, antes no quería ver- Le contestó a Amón como si éste le hubiese hablado.

Se quedaron varias horas sentados, espalda, contra espalda.

 

En donde se posara la mirada, se formaba una historia.

 

Una fila prolongadísima de hormigas negras que se dirigían hacia su apeadero, las había de varios tamaños; las guerreras eran las más grandes, las obreras eran muy pequeñas, aunque cargaban hojas enormes sobre  ellas. Algunas llevaban larvas a punto de nacer y otras escoltaban a los cascarudos convivientes. El surco se fue tornando más y más hondo, el pasto se fue apartando por temor y por cansancio, hasta que el cortejo de la reina marcó el claro de la cola del camino. Un ejército de hormigas magnánimas, preocupadas, vigilando los flancos; varias obreras limpiaban las partículas del paso, y ella, la soberana, levantando sus antenas hacia el niño como si quisiera hacerle entender, que no había una razón ni por qué de su acción, solo había que hacerlo.

De pronto, el pequeño, se percató, por el ruido, de que varios gorriones comían de la mano del abuelo; una familia de tres pajaritos robaban las pequeñas migas del piso, dos de aquellas criaturas, padre y madre, parecían ser solo un poco más grandes que los copos de pan, mientras que, el que debería ser el pequeño pichón, les doblaba en tamaño y demandas. Aquella pícara avecilla reclamaba cada partícula de alimento de sus padres, mientras él, robaba del pico mismo, a los gorriones vecinos. Una párvula bolita alada, se plantó frente al niño;  supo que lo miraba  a él, aunque moviera inquieta la cabecilla, le parloteó en su idioma, pero el niño entendió, quería su alimento.

Nunca antes pudo ver aquellas miradas tan  instintivas; había ojos que lo observaban, latían por doquier hasta en lo más impensado.

Aprendió, entonces, que existe otra clase de amor, sin ternura, sin reflexión, sin manos y sin razón.

El abuelo, lo miró tiernamente, rozó su nariz con el dedo índice y el niño volvió a cerrar los ojos.

 

 

                                                                                                            Continuará -3-

lunes, 16 de septiembre de 2013

Vigila tu mente


Progresando en la vida espiritual, comenzamos a buscar lo esencial; los maestros hablan mucho de la esencia; nos damos cuenta que, por las presiones de la sociedad y las propias necesidades del cuerpo, nos impide, siquiera llegar a comprender realmente qué es lo esencial. No podemos dejar de “desear” y tener miedo. No logramos obedecer a nuestros maestros, en algo tan simple como “dejar de pensar tanto”.

El maestro Nisargadatta Maharaj habla sobre este tema muy claramente:

Él dice que las imposiciones de la sociedad y las circunstancias no importan mucho, y es verdad porque ante cualquier situación, por lo general actuamos de forma mecánica, reacción a los impactos.

En cualquier situación bastaría con observarse a sí mismo, aislándonos de lo que está ocurriendo, nos daríamos cuenta de ello. Por ejemplo:

Cuando despertamos en la mañana, realizamos tareas mecánicas, nuestro buen humor se debe a si llueve o no, si hay agua caliente y si el café no se quema. Mecánicamente salimos de casa, siguiendo el mismo camino de siempre, etc. Todas tareas realizadas mecánicamente. Las reacciones son repetitivas al igual que el impacto. Si pudiéramos observar algún día la escena, sin identificarnos, sin adoptar el personaje, y atestiguáramos la película, seríamos más responsables con nosotros mismos.

Veríamos que el mundo no tiene el sentido que le damos, no nos ocuparíamos tanto de nuestros pensamientos, especialmente si dejamos de juzgar y de juzgarnos, sabríamos que la verdad es que ni el mundo, ni el pensamiento, verdaderamente existen. Lo único real es lo que no cambia. Si pudiéramos descubrir, qué parte de nosotros mismos no se modifica, no muta, no se altera, nos encaminaríamos hacia nuestra esencia.

Me encanta darles ejemplos prácticos y cotidianos para entender mejor al maestro Nisargadatta, con pequeñas historias:

 

Una muchacha llega de su trabajo, enojada porque en el subte la empujaron hacia afuera del vagón y tuvo que esperar otra formación. Antes de que eso pasara, estaba distraída pensando en lo que cenaría aquella noche, tratando de adivinar qué es lo que su heladera contenía. Al entrar, sintió muy vacío el departamento, oscuro, frío; prendió todas las luces y encendió las estufas mecánicamente; recordó su edad y sintió pena de sí misma por no tener una familia. Si hubiera tenido un hijo cuando estaba en pareja por lo menos no me sentiría tan sola, no sería la solterona de la familia, por qué cortó con su pareja de tantos años, por qué no aguantó, tal vez hubiera podido recomponer y ahora estaría con él. Mientras pensaba en esto, comió un tostado con café, frente al televisor; al final, antes de dormir hizo una lista sobre lo que tenía que hacer para ser feliz.  

 

Si leyéramos sin identificarnos con esta historia, lo primero que notaríamos que la muchacha no está viviendo su presente, o sea, que ni siquiera está en la escena. Ella recuerda, se emociona e imagina lo que le pudo haber sucedido. Posiblemente la mujer al ver el departamento oscuro y frío, añoró alguna escena del pasado. Los maestros nos enseñan a que lo que consideramos real, en verdad no lo es. Lo que la muchacha imagina sobre el hijo y la pareja, es imaginación y actuará según lo que imaginó, hizo una listo sobre lo que debía hacer (Tengo que buscar una pareja, tengo que tener un hijo, así los demás no me verán como la solterona, entonces seré feliz)

Ustedes me dirán que todo lo que se plantea esta señorita es real (¡Pero es así! Son proyectos)

No se trata de no proyectar, se debe programar, debemos disciplinarnos en el mundo, se debe defender la realidad; pero la realidad más elevada. No somos solo una corriente de acontecimientos; si la muchacha del relato no se hubiera perdido el subte, sus pensamientos hubieran sido otros, ¿Entonces ella sería otra? ¿Por qué defender la posición de que somos todo lo que imaginamos, lo que recordamos, lo que nos sucede?

El proceso mental es evidente en el cuentito de la chica del subte; una acción, despertó una reacción de enojo, la oscuridad y el frío, estimularon un recuerdo, se sintió sola infeliz, se convence a sí misma de que antes, con una pareja vivía mejor, fue desgraciada, culpable. La mente siempre relaciona un hecho con la experiencia de lo vivido, inmediatamente después, imagina. Todo basado en la experiencia, adicionando lo que se ve en la televisión, la cultura, etc., La niña termina con el listado de cosas que “tiene que hacer” basado en lo que pensó. En síntesis, creyó que lo que imaginaba, era la realidad.

Tómense un tiempo, para observar sus mentes. Pueden tomar el ejemplo de la muchacha del subte, ¿Qué pensaron cuando lo leían? ¿Se identificaron con ella? ¿Despertó en ustedes algún recuerdo propio, imaginaron otro final?

Bueno, eso mismo hacen ustedes a cada instante de sus vidas. Pero si no paramos a observar nuestros pensamientos, serán más fácil dejar de identificarnos.  

Si la joven del cuento, no hubiera creído que la pérdida del subte y la oscuridad del departamento, NO ERAN EN CONTRA SUYA. Ella no era la frustración, soledad, hambre, frío, soltería. Ella puede experimentar un sentimiento, NO ES UN SENTIMIENTO. Porque éstos cambian todo el tiempo, sin embargo, en todos estos años he hablado con personas que creen que son sus circunstancias, sus recuerdos, sus proyecciones, sus imaginaciones. Y mientras tanto, como la mujer del cuento, no ven su presente.

Experimenten “el testigo” observen la escena, sin juzgar, solo véanlo. Trabajen y observen. “denle al Cesar, lo que es del Cesar” y a ustedes lo de ustedes. Utilicen la mente  como instrumento, ustedes no son sus mentes.

Mientras observan sus pensamientos, cualquiera sea, pregúntense, ¿quién es el que ve estos pensamientos?

Es buen comienzo para ver vuestra esencia.
 
                                                                 Susana

                         

 

martes, 10 de septiembre de 2013

Taller sobre la pareja- solo para mujeres

 
 
Mandatos
 
 
 
 
¿Qué espera la sociedad?
 
A partir de cierta edad, las mujeres comienzan a plantearse el tema de la maternidad, es cierto que una muchacha de más de treinta años, soltera, con y sin pareja; plantee en consulta, la inquietud de “no poder formar familia”. Cuando se les pregunta ¿Pero vos querés casarte y tener hijos? muchas se evaden de responder, otras, tratan de convencerse de que si. Lo cierto es que no saben si quieren formar familia porque, están enamoradas o porque tienen menos óvulos que antes.
No hace tantos años, si una chica de 25 años seguía soltera y sin hijos, algún “defectillo” tenía. Los padres sostenían que sus hijas eran irresponsables, cabezas huecas, ligeritas.
El mayor sufrimiento de los progenitores era el que sus hijas fueran lesbianas, se suponía que dichas muchachas nunca formarían una familia, y era más fácil casarlas con un hombre y que fuera infeliz para siempre, a aceptar su elección y contribuir a su felicidad.
“te vas a quedar para semilla” les decían “debes sentar cabeza, qué va a decir la gente”
“¿Qué hice mal?”
Muchas mujeres se casan por imposición más que por amor. Tienen hijos para sus padres, para los vecinos y para los amigos; La chicas homosexuales  soportan una vida sin amor, repleta de mentiras, y las que de verdad desean ser madres, crían sus hijos dentro de un mundo de simulación, en vez de compartir la crianza con quienes aman.
Con respecto al tema de las chicas homosexuales, al menos en este país, la posibilidad de disfrutar de la propia libertad está sucediendo. Aunque en consulta, a los padres les cuesta. Para algunas personas todavía la homosexualidad representa perversión, lamentablemente existen aún algunos seres involucionados.
Tal como les sucede a las muchachas de más de treinta que NO QUIEREN CASARSE NI TENER HIJOS.
Con respecto a este tema, me ha pasado, descubrir que casi todas las mujeres, llevan ese condicionamiento muy arraigado dentro de sus mentes, el mandato excede a lo que la familia pueda demandarle. Muchachas que viven solas, profesionales, sin familia, también creen que no son mujeres completas si no se casan y tienen hijos.
“Los amigos me preguntan ¿Para cuándo?” No se atreven a responder “No quiero casarme ni tener hijos, prefiero viajar” y dar por terminado el cuestionario. Se sienten defectuosas.
Lo cierto es que, la mayoría sufre, porque no puede aceptar su libertad de poder hacer lo que se les da la gana con su vida.
¿Dónde está el amor? En estos condicionamientos. Padres: ¿Esta es la manera de amar incondicionalmente? ¿O solo buscan la permanencia eterna en este mundo a través de un apellido? Amigos: ¿Verdaderamente aman a sus amigas o están demasiado preocupados por lo que pueda pensar el otro?.
Se cree que la maternidad es “crear”, cuando en realidad el ser humano solo es el encargado de traer a otro ser al mundo. Las personas no somos sub-productos de otras personas.
 
Si realmente piensas que alcanzarás la felicidad, casándote, teniendo hijos, estás equivocada. Hagas lo que hagas de tu vida debes estar segura de que lo que haces te ocasiona felicidad, porque los humanos siempre estaremos “persiguiendo la zanahoria”
Primero buscamos  EL HOMBRE IDEAL, luego: PROFESIÓN PARA LOS DOS, CASAMIENTO, DEPARTAMENTO PROPIO, AUTO,HIJOS, UN POCO DE LIBERTAD, QUE LOS HIJOS SE CASEN, QUE LOS HIJOS TENGAN HIJOS PARA PODER JUGAR SIN TENER RESPONSABILIDADES, PERMANECER SANOS PARA PODER VER A LOS HIJOS DE LOS NIETOS, y así etc. Hasta que de tanto esperar el gran momento de completud, cuando se dan cuenta, CAEN MUERTOS!
 
No se confundan chicas, yo no les digo que es malo desear tener una familia, hijos y concretar los proyectos, PERO ESTOS DEBEN SER INDIVIDUALES. No se debe seguir al ganado, se entiende?
Existen mujeres que sufren la mitad de sus vidas por no poder aceptar que no desean seguir los mandatos culturales.
Al no poder reconocer que no se quiere “repetir la historia de los padres”, se tiene miedo a la libertad. Y es difícil, se tiene miedo de crear algo diferente a lo ortodoxo. ¡Pero se puede y se debe! Porque si uno sigue copiando modelos y condicionando su vida a la mirada de otras mentes, otros egos, nos volveremos resentidas. Estaremos dando demasiado a los demás y muy poco a nosotras mismas. Estaremos contribuyendo al armado del amor condicionado a…
 
Por otro lado “la búsqueda de una pareja” es sólo eso, encontrar un par, no alguien con quien fusionarse. No se debería buscar a una persona “igual a una misma” sino “compatible con uno”; para ello se debe aprender primero a compartir.
Trabajemos en la comprensión del que va a ser nuestro compañero y no nos desgastemos tratando de convertirlo en nuestra otra mitad, no existe la media naranja. Nosotras somos un todo, nuestra pareja es un todo. Así comprenderemos lo que es el amor incondicional.


lunes, 9 de septiembre de 2013

Alli donde despiertan las almas -2-


-No tengo deseos, se me hace difícil pensar, es como si tuviera sueño y luchara por despertar, estoy algo confundido, sospecho que sé lo que pasa, pero es como si no quisiera admitirlo.-

El niño caminó de la mano de Amón, confiado, sabía que era su abuelo, el viejo y solitario chamán, aunque nunca se lo habían presentado.

Era tan extraño aquel lugar que uno podría ser pariente de cada persona que se le cruzase por el camino, más, aquél viejo; había contribuido con su nacimiento.

Amón era un hombre alegre y afable, más le habían contado que también muy callado y ensimismado. Aquel día él debía acompañarle hasta el principio o hasta la rueda maldita que nunca deja de girar sobre sí misma; tal vez en la travesía conseguiría abandonar la enigmática bolsa que el  viejo arrastraba con tanto orgullo.

El anciano tenía la vista muy aguda, podía observar muy bien las formas y las actuaciones.

-Te diré que no debes luchar, aquí no puedes desear nada, solo observa.- Advirtió al niño en tono burlón.

 

Se sentaron bajo un árbol que apareció súbitamente ante sus ojos, era un sauce verde, en cuanto se hubieron sentado, se dibujó a su lado un serpenteante río color ocre; unas nubes gordas y acompasadas los invitaron a recostarse sobre una hierba que crecía a sus espaldas. Se hizo de día y el sol brilló en todo su esplendor.

 

-Dijiste alguna vez, que no te gustaba la naturaleza.- Le reprochó el viejo.- Pues, para que luego puedas elegir, te diré por qué tus padres se maravillan con ella.-

 

El niño puso sus manos debajo de la cabeza, sorprendentemente su vista se agudizó, las hojas del árbol comenzaron a centellear de vida; él sintió muy cerca la carrera de la savia por sus nervaduras, sin querer pudo auscultar la risita histérica de las que se hallaban más cerca del sol; como si le quisieran brindar caricias, soltaron sobre las mejillas del niño algunas gotitas de néctar viscoso, pero lozano. Percibió a lo lejos la conversación de un jardín de margaritas y los tiernos brazos, allí, bajo su espalda, del pasto taciturno. ¡Se levantó de un salto! El anciano lo esperaba sentado sobre la desnuda tierra.

-Ven aquí y ya no se quejará el forraje- Amón supo que el niño había comprendido que solo desconoce, el que se resiste a ver.
 
                                                                                                                   2- Continuará

sábado, 7 de septiembre de 2013

Festejo del Taller de Advaita del Licenciado Jorge Maldonado



Gracias!!! Por tan Maravilloso Día!!! Alejandro, Vanina, Diego, Mariela, Marcela, Valeria, Karina, Silvina, Natalia y Barbara... que tuvieron que irse antes pro el llamado de las musas.

La fiesta se realizó en torno del diluvio de Santa Rosa, pero como dice el gurú... Aprendimos que pese al mal tiempo, el deseo de estar bien prevalece. Y es verdad! a pesar de la lluvia torrencial, pasamos un día lleno de luz que se quedará en nuestros corazones PARA SIEMPRE!!!
GRACIAS Mi maravillosa familia, me siento orgullosa de ser parte de vuestros momentos, son
ángeles de luz en mi vida!!!

Iremos pasando varios momentos de este día, porque vale la pena, ver como nuestros anfitriones
Alejandro, Diego y Vanina hicieron de este día gris un hermoso recuerdo imborrable.

Mucho Amor. Para el grupo del Lic. Maldonado "el de los viernes"

viernes, 6 de septiembre de 2013

Taller sobre la pareja-Solo para mujeres


MASCULINO – FEMENINO

 

Diferencias

 

Además de la condición de proteger que tiene la mujer, otra de las cualidades más notoria es la de DAR. Siempre Da (de más) a sus seres queridos y a todo ser dispuesto a ser contenido. De pequeña, la mujer aprende a “desprenderse”, se supone que debe hacerlo. “Debe” pensar más en los demás que sí misma. Desde que aprende a caminar se le enseña a “cocinar, para…” “acunar” “lavar” “enseñar”, mientras que a los nenes se les anima a “jugar” a “competir” a “pensar en ellos”, en síntesis a hacer lo que les gusta.
En una pareja pasa lo mismo; la mujer DA, DA, DA, DA,  y el hombre RECIBE RECIBE, RECIBE, RECIBE. Se recuesta sobre su almohada preferida, se prende la play y se dispone a RECIBIR. La pobre esposa le sirve el alimento, limpia el ambiente, lava su ropa y piensa en cómo poderle DAR MÁS, para incentivarlo a qué el DE UNA VEZ POR TODAS COMIENCE A DARLE A ELLA!!
Pero la verdad es que cuando el hombre quiere brindarle algo, ella se incomoda.
-¿Qué te crees que soy una inútil? ¿Qué me querés decir dándome, que soy tarada?-
Pero llega un momento en el que la pobre dama se cansa de tanto dar:
-¡Ya estoy cansada de tanto dar, no tengo más nada que dar!-
El hombre se sorprende y responde:
-Yo pensé que a vos te gustaba dar, que te ponía contenta ¡Ahora que te pasa!-
 
Muchas chicas se regodean identificándose con el libro “Mujeres que aman demasiado” ¿Saben por qué? Adoran sentirse mártires.
Oh pequeñas princesas que han nacido para sufrir y después de tanto dar y dar, morirán bajo los tormentos de un hombre insensible, despiadado que no puede llegar a ser IGUAL A ELLA. Algún día el mundo descubrirá todo lo generosas que son con su amor y las sentarán a la diestra de Dios con el título de una hermosa parcela en el paraíso, solo a ella y a nadie más. Entonces Dios dirá “Vean hijos míos, ella es mi elegida”.
 
Error chicas eso no sucederá, no existe quién ame demasiado, porque el amor no se mide, el amor es. El amor se da sin pedir nada a cambio. Y como en una pareja se debe ser equitativo, como en una sociedad, solo hay que DAR lo que corresponde.
Piensen que si se da de más, uno deja de amarse a sí mismo y si no te sabes amar ¿Cómo se puede saber amar a los demás? ¿Cómo se da lo que no se experimenta?
Las madres enseñan a sus hijos varones, a recibir de la mujer, como si fueran una máquina expendedora, las utilizan como a objetos, “porque mamá se puso siempre a su disposición”. Y las nenas son obligadas a trabajar para los hombres, desde “trae las pantuflas a papá” hasta “lleva el té a tu hermano”, mientras tanto les compran el cuento del príncipe rico, que rescata a la sirvientita de la casa de la madrastra bruja. NO EXISTE TAL COSA!!! Bueno Sí A Máxima le pasó. Jeje… Pero miren ahora, debe servir a todo un país. Glup!
Bueno mujeres, mientras muchas de nosotras formemos hombres cómodos y egoístas, muchas mujeres padecerán de lo mismo y si no les enseñamos a las mujeres que solo deben dar hasta el límite donde empiezan sus derechos, la mujer estará salvada.
Deben cambiar la perspectiva esa que dice que hay que dar hasta que duela, no lo olviden, la pareja es una sociedad DE LA QUE USTEDES SON PARTE, y se les debe retribuir equitativamente.
La primera fórmula es esa y la segunda es poner reglas a seguir en una pareja.
No seré TERESA DE CALCUTA
VOS TAMBIEN PODES LAVAR LOS PLATOS
DEBO ESTAR DISPUESTA A RECIBIR, y si no, NO PIDO NADA!
 
Saludos. Susana.  
 
 
 
  
 

 

domingo, 1 de septiembre de 2013

Allí donde despiertan las almas


Esta es una novela que he escrito hace tiempo, se las iré publicando semanalmente, por si la quieren seguir. Saludos y Mucho Amor.
                                                         Susana.



Allí donde despiertan las almas

 

Se encontraba dando vueltas. Tomado de las manos, por esa gran Diosa, acariciado por su sari, que resplandecía bajo el sol del mediodía. Su madre, celosa, los observaba desde la oscuridad, con deseos de unírseles; de repente, la divinidad dejó de girar; la madre volvió a la cama y siguió llorando. Él solo se quedó parado observando hasta que los ojos se le cerraron, tiernamente fue elevado, primero, un sueño profundo de miles de vidas sucediéndose, alejándose. Muchos amaneceres y ocasos, ordenados en cajitas dentro del espacio reducido de todos esos mundos. Como levitando fue acercándose a un suelo extraño y fresco, sus mejillas reposaron finalmente sobre la tierra insolente y aunque no se atrevía a abrir los ojos, supo que era de noche, sintió la tristeza de muchos corazones que lo anhelaban en aquella otra tierra.

Se incorporó despacio, era raro no sentirse solo, había dejado atrás a sus seres queridos, a aquella diosa que le cerró los ojos y acunó su viaje.

En aquel lugar se podía ver la nostalgia abandonada por millones, que aterrizaban, tal como él lo hizo. Comenzó a caminar, era raro, estaba oscuro, pero podía verlo todo; bajo sus pies la grava parecía como de algodón, no hacía ni frio ni calor, el aire era tibio y consolador, como una de esas tardes de verano en el  jardín botánico, cuando paseaba dentro de su cochecito, abrazado a su conejito protector. Había personas aquí y allá, algunas pensativas, otras, medio aturdidas, todas sanas y tal vez relucientes.

De pronto recordó que alguna vez, no tan lejos, sintió dolor. Un hombre lo suficientemente mayor como para ser su abuelo, le preguntó si quería compañía. Dijo que sí y aprovechó para preguntar.

-¿Quién eres?-

-Aunque te parezca muy familiar, tú no me conoces.- Le respondió el Señor Amón, no quiso decirle que por indecisión lo estaba esperando.

-¿Dónde estamos? Se animó a decir, aunque muy dentro de él sabía la respuesta.-

-No te diré dónde estamos porque el lugar no tiene importancia, solo admitiré que mi misión es guiarte un tramo del camino.-
Amón le explicó que en ese lugar, no era obligatorio ni el dormir, ni el despertar; no existía ni la luna ni el sol, no eran necesarios; pero si por alguna razón él quisiera observarlos, solo tenía que pensar en ello.

                                                                                                                         1.-continuará