Al
conocer lo bello como bello,
todos
conocen la fealdad en el mundo.
Todos
saben que el bien es el bien
y entonces conocen el mal.
Así
es como: Ser y no-ser se engendran uno a otro.
Lo
difícil y lo fácil mutuamente se integran.
Ancho
y angosto se forjan uno a otro.
Alto
y bajo se corresponden uno a otro.
Voz
y tono se armonizan uno a otro.
Por
eso el hombre sabio
encausa
los asuntos sin actuar.
Enseña
estando callado.
No
se opone a los seres que nacen
ni
se apodera de sus vidas.
Nunca
se queda en la obra cumplida.
Por
no permanecer en ella
no hay quien se la pueda arrebatar
TAO TE KING
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